lunes, 22 de agosto de 2016

IDEAS VERDES, EDIFICIOS VERDES. Por Rubén Almonte Morrobel

Conversando con el arquitecto Osiris Tamayo sobre la posibilidad de diseñar edificios que tengan su propio espacio para lombricompostar la parte orgánica de la basura que se genera en ellos, además de aprovechar los biofertilizantes a producir para fertilizar espacios verdes que tendrán estos edificios.

A partir de este momento, todos los nuevos edificios que se construyan en Francia deberán cumplir con una norma que obliga a que los techos de las nuevas construcciones estén cubiertos por plantas o paneles solares.



La nueva legislación fue aprobada por el Parlamento francés hace unos días. Este resulta un paso importante para comenzar a construir edificios sostenibles con una reforzada eficiencia energética.
   
Los techos verdes actúan de aislante para ayudar a que en invierno se gaste menos energía en calentar el edificio, y en verano sea menos costoso enfriarlo. Además este tipo de techos también ayuda a retener el agua de la lluvia y a proporcionar a las aves y a otros tipos de seres vivos pequeños oasis donde vivir y desarrollarse en mitad de las caóticas ciudades.
   
Las cubiertas de plantas son, en muchas ciudades del mundo, el mejor recurso para poder brindarles a los ciudadanos espacios verdes que les garanticen una mejor calidad de vida, donde habiten seres vegetales que ayuden a oxigenar el aire que respiramos y que en las ciudades presenta grandes índices de contaminación. Desde 1960, en Alemania se retomó esta técnica, inventada hace varios siglos por babilonios y vikingos, y que hoy se conoce como techos verdes.
    

Los nuevos edificios que se construyan a partir de ahora en Francia podrán optar por colocar plantas en sus tejados, o bien instalar paneles solares que produzcan energía limpia y renovable para el funcionamiento del edificio.
    
El Parlamento francés, con esta medida, se acerca a países como Dinamarca donde el color gris de los tejados de los edificios ha sido sustituido por un verde esperanza que aporta el ingrediente de naturaleza que toda ciudad del mundo necesita. 

Colombia no se ha quedado atrás. Aunque pocos los conozcan y la cantidad de metros cuadrados instalados en el país no son muchos, ya son varios los sectores que trabajan para incentivarlos. Aunque no todos utilizan la misma tecnología y la motivación para implementarlos varía, ya hay empresas dedicadas a la venta y el diseño de techos; hay fundaciones que trabajan con familias en barrios marginados para que implementen esta técnica; y hay universidades que investigan qué tan factible es utilizar esta tecnología en ciudades como Bogotá.




En Buenos Aires, Argentina también existe la Ley 4428. Ley de Techos y Terrazas Verdes, que es muy similar a la de otras urbes europeas, aunque no es obligatoria para todos los ciudadanos, se hace un fuerte incentivo en promover y facilitar beneficios fiscales a quienes decidan apostar por techos verdes, más amigables con el planeta.
En el caso de Chile también existen políticas e incentivos para los que den el giro verde, que ojo no es barato en términos de finanzas. Aunque no existe una ley que genera obligatoriedad para instalar azoteas verdes. Chile ha logrado entre 60 mil metros cuadrados de techos y cubiertas verdes, aunque estos datos no son oficiales, se cree incluso exista una cifra mayor.
Los techos verdes se pueden usar para:
Cultivar frutas, verduras y flores
Mejorar la climatización del edificio
Prolongar la vida del techo
Reducir el riesgo de inundaciones
Filtrar contaminantes y CO2 del aire; véase también Paredes de cultivo
Actuar como barrera acústica; el suelo bloquea los sonidos de baja frecuencia y las plantas los de alta frecuencia.

Esta iniciativa de transformación y aprovechamiento de la parte orgánica de la basura junto al diseño y construcción de edificios con espacios verdes, sera una revolucionadora e innovadora manera de abordar el problema de acumulación de basura y sus subsecuentes daños al medioambiente. A través del programa PROSALIM, pretendemos ir cambiando actitudes en la gente, que no son buenas para el medioambiente, esperando que se adopten las ideas y acciones innovadoras  que proponemos a favor de la humanidad.