Uno de los problemas ambientales más
importantes hoy día, lo constituye el manejo de las basuras. A medida que
aumenta la población mundial, hay más necesidad de producir todo tipo de bienes
y consecuentemente crece más la producción de desechos. El consumismo es parte
del problema: comprar cada vez más para suplir necesidades insatisfechas, tirar
lo que todavía puede servir, deshacerse de lo que se puede arreglar.
El
mundo se llena de basura. Las grandes ciudades tienen que pagar unos costos
enormes para transportar sus desechos. Cada vez quedan más lejos los basureros
o rellenos sanitarios y, por lo tanto, el gasto de combustible y la huella de
carbono se suman al problema.
Lugares preciosos, como las playas
nuestras, se llenan de montañas de plásticos por la insensatez de la gente.
Lo grave es que muchos de estos desechos
pueden demorarse muchísimos años en degradarse. Algunos son tan lentos en este
proceso que los clasificamos como no biodegradables. Otros, al descomponerse,
producen sustancias tóxicas para el suelo, el agua y/o el aire, envenenando
cultivos, bosques, corrientes de agua superficiales y subterráneas, produciendo
daños y enfermedades a las comunidades animales y humanas, dañando ecosistemas
y cambiando el paisaje natural.
Tenemos que empezar a cambiar nuestro
comportamiento frente al manejo que le damos a las basuras.
Lo primero es separar en nuestras casas,
en nuestros sitios de estudio y de trabajo. En principio, separamos en: 1)
basura orgánica (restos de productos usados en la cocción de los alimentos pre-cocción
y post-cocción, como cascara de víveres, cascaras de huevos, cascaras de
frutas, borra de café, sobras de comidas, servilletas usadas, etc. y 2) basura inorgánica
(botellas plásticas, latas, botellas de vidrio, fundas y envolturas plásticas,
entre muchísimos otros).
Los ayuntamientos deberán prepararse
para dar respuesta a la separación de la basura, llevando cada parte al lugar
correspondiente para volver a separar la basura inorgánica para ser reciclada, rehusada
o dispuesta finalmente en los vertederos. De todas maneras, lo que llegue a los
vertederos será mínimo, porque solo la parte orgánica de la basura de los
hogares constituye no menos del 50%. Esta la podemos transformar en productos
útiles para las labores agrícolas e industriales como el bioabono, el humus de lombriz y
el biogás. En muchos casos podemos tener aboneras y lombricarios en el patio de
la casa o llevar esta basura a centros de compostaje y lombricompostaje.
Con motivo del Día Nacional de Limpieza,
este 16 de septiembre del 2017, se llevo a cabo en todo el país una jornada de
limpieza, como forma de ir concientizando a la población sobre esta problemática.
El seguimiento es fundamental, que no se que ahí este esfuerzo. Campañas
educativas a nivel escolar y en las comunidades en sentido general serán necesarias
para inculcar en la gente la cultura de
separar la basura.
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